Sobre las Radicales Libres
Los términos “radicales libres” y “antioxidantes” son los últimos términos puestos en boga por los fabricantes de productos para la salud. Afirman que la oxidación de ciertos alimentos en el cuerpo crean “radicales libres” y que éstos transfieren electrones o crean “huecos” (este es un término utilizado en la terminología de semiconducción para indicar ausencia de electrón) que dañan las células humanas. Para prevenir esta situación sostienen que hay que consumir alimentos o vitaminas antioxidantes.
Desde el punto de vista técnico esto no tiene sentido. Para comenzar, los industriales de la salud no entienden el significado técnico del término “radicales libres”. Los “radicales libres” tienen que poseer polaridad bien sea positiva o negativa. Si el proceso de oxidación de los alimentos en el organismo crea “radicales libres” ellos tienen que ser de la misma polaridad; de lo contrario al ser de distinta polaridad, se atraerían desapareciendo inmediatamente, por lo cual no existirían los “radicales libres”.
Si los “radicales libres” tienen polaridad positiva como lo sostienen sus promotores, todos estos “huecos” positivos se irían inmediatamente a la superficie de la piel ya que el cuerpo humano es un excelente conductor de energía. Recuerde que cargas de la misma polaridad se rechazan, razón por la cual la piel se cargaría positivamente. Si este fuera el caso, recibiríamos descargas eléctricas siempre que nos diéramos la mano con otra persona.
Otro ejemplo de este fenómeno es el que experimentamos al caminar descalzos en una habitación entapetada en una zona de clima seco y que nos carga de energía positiva. Luego, cuando tocamos algo metálico como una cerradura de puerta o nos damos la mano experimentamos una descarga eléctrica. Este es el fenómeno de los “radicales libres”. Para evitar el dolor que produce la descarga eléctrica se puede coger una llave y tocar con ella la cerradura; veremos entonces las chispas eléctricas producidas por el contacto con la cerradura, lo cual hace que desaparezcan las cargas eléctricas inmediatamente. Esto es una prueba de la excelente capacidad de conducción de electricidad que tiene el cuerpo humano.
En el cuerpo humano hay una extensa red de alta conducción de energía similar a la de los nervios, vasos sanguíneos y sistema linfático. Cuando verdaderos “radicales libres” como son los iones negativos en la atmósfera entran al cuerpo de una manera fortuita, ellos no circulan por el cuerpo al azar. Estos radicales entran y salen del cuerpo a través de esta extensa red de alta conductividad que tiene puntos claves localizados por todo el organismo. Las corrientes eléctricas siempre toman el camino de menor resistencia, en general, el camino de alta conductividad. Los hombres de ciencia pueden descubrir estos puntos de la red de alta conducción usando instrumentos para detectar o medir alta conductividad. Sabemos que estos puntos de la red de alta conductividad corresponden a los puntos de los meridianos de acupuntura que los sabios chinos de la antigüedad descubrieron con grandes esfuerzos.
La función de esta red de alta conducción de energía, es la misma que ejerce un pararrayos, cuya tarea es evitar que una descarga eléctrica dañe las instalaciones o los artefactos conectados a la corriente eléctrica. Si no fuera por esta red de alta conducción de energía en nuestro organismo, los radicales libres que entran viajarían indiscriminadamente por él, causando grandes disturbios en su funcionamiento, originando un caos en los centros de comando del cerebro. Dios dotó nuestro cuerpo con esta maravillosa red protectora para que pudiéramos vivir en una atmósfera donde estamos recibiendo continuamente radicales libres. Si de verdad se produjeran radicales libres en nuestro cuerpo, ellos serían descargados inmediatamente a través de esta red de acupuntura.
Los radicales libres como son los iones negativos en la atmósfera, son benéficos. Ellos estimulan el paso de alta conduccción lo que hace efectivo el tratamiento de Acupuntura. Al vivir en áreas urbanas se pierde el beneficio de estos iones negativos. Hay una gran concentración de iones negativos, que generan euforia, en las áreas aledañas al mar y en las altas montañas, lo cual hace que la gente viva largos años en estas zonas. Somos afortunados porque hoy en día se puede comprar un artefacto generador de iones negativos y beneficiarnos de su uso.
Si los “radicales libres” acusados de ser causantes de problemas de salud existieran de verdad, la solución sencilla sería poner un generador de iones negativos en la habitación y solucionado el problema; no habría necesidad de tomar antioxidantes. Es verdad que el proceso de oxidación o metabolismo crea desechos ácidos tóxicos, pero es gracias a este proceso de oxidación, que podemos gozar de la vida. Por eso los antioxidantes no son la solución. La verdadera solución, está en eliminar del cuerpo los desechos ácidos tóxicos producidos por el metabolismo. No hay duda que existen algunos alimentos, vitaminas y hierbas que ayudan a la neutralización, transformación ó eliminación de estos desechos ácidos. Quizás son estos productos a los que llaman equivocadamente “antioxidantes”.
Los desechos ácidos tienen iones radicales de hidrógeno (H+) pero no son libres; están siempre apareados con elementos ácidos orgánicos ó inorgánicos sin iones de hidróxido (OH–), lo cual crea un medio ambiente ácido. Para reducir los iones H+ se necesitan iones OH–. El agua alcalina es el mejor producto para alcanzar este objetivo. Se comete un grave error llamando “radicales libres” a los desechos ácidos que se originan en el cuerpo por el metabolismo, lo cual hace que no se le encuentre la solución apropiada. Cuando se entiende bien un problema, es muy fácil encontrarle la solución.
Si sustituimos “radicales libres” por “desechos ácidos” y “antioxidantes” por “sustancias alcalinas que eliminan desechos” todos los artículos escritos sobre la teoría de “radicales libres” tendrían validez científica. Nos envejecemos por la “mala administración de nuestro sistema personal de eliminación de desechos (basura interna)”. Si comprendemos que los desechos producidos por el cuerpo son ácidos y no “radicales libres” hemos tomado el camino correcto para rejuvenecer o lo que llamo Revertir el Envejecimiento.