ELEUTEROCOCO (Eleuterococcus senticosus)

El ginseng siberiano

El eleuterococo forma parte del arsenal terapéutico de los chamanes del Asia Central desde tiempo inmemorial; además en la medicina china se lo menciona en todos los textos de fitoterapia. En el siglo v, reinando la dinastía Liang, Tao Honginan ya describe profusamente las propiedades del Wuchapi en su libro Ming Yi Bei Lu. Posteriormente, en 1062 y bajo el reinado de la dinastía Song, Su Song lo cita en su Tu Jing Ben Cao, un hermoso libro lleno de ilustraciones de hierbas medicinales.

La antigua herboristería china resalta su utilidad en las patologías renales, en la impotencia y en la incontinencia de orina. En el libro Sen Nong Ben Cao Jing (Clases de herboristería de Shen Nong Ben) editado en 1200, trata también del eleuterococo, al que llama Wucha; y Li Shi Shen, en su famoso libro Ben Cao Gang Mu (Tratado de las hierbas) de 1569, citando el libro anterior, amplía el estudio del eleuterococo considerándolo como un formidable remedio para aumentar la resistencia a la fatiga y a las enfermedades; además, pone énfasis en que carece de efectos tóxicos incluso tomado en grandes dosis y resalta un hecho al parecer ya conocido popularmente, pero no descrito, que el eleutrococo de cinco hojas es el de mejor calidad, y el que mayormente incrementa el vigor físico y mental e incluso favorece la longevidad.

Li Shi Shen, tras numerosas investigaciones y pruebas clínicas, afirma en su obra Ben Cao Gang Mu: «El Wucha es excelente en el reumatismo y para reforzar huesos y tejidos». Además incluye toda una serie de recetas basadas no sólo en el Wu-cha, sino también en otras plantas medicinales como la Munga (Chameomelus sp.) y la Diyu (Saguisorba sp.), que usaba en forma de decocción en vino o en píldoras. También afirma que el Wucha mezclado con la Yuanzhi (Polygola sp.) es excelente en los disturbios de la memoria y para aumentar su potencia.

También en Rusia, los estudios del profesor Breckhman confirman todos estas afirmaciones y afirma que su propiedadmás importante es su acción estimulante y adaptógena que permite utilizarlo no sólo para el tratamiento de diferentes condiciones patológicas, sino igualmente debe administrarse a quienes a pesar de gozar de buena salud se hallan agotados ya sea por un trabajo excesivo o por condiciones externas desfavorables. En estos casos no sólo restablece el organismo sino que incluso actúa como un preventivo a tener en cuenta cuando son previsibles bruscos cambios de tiempo, para prevenir sus perjuicios.

Nombre botánico

Se le conoce con dos nombres: Eleuteroccoccus senticosus y Acanthopanax senticosus, y pertenece a la familia de las Araliáceas.

Sinónimos

Dejando aparte sus nombres chinos de Whucha o Wuchapi, en el resto del mundo se le conoce como eleuterococo.

La planta

Es un arbusto espinoso cuya altura suele ser de 2 a 3 metros, aunque a veces llega a alcanzar hasta 7 metros. Los tallos y las ramas están cubiertos por una corteza grisácea y numerosas y finas espinas marronosas, especialmente en las plantas jóvenes, pues en las plenamente desarrolladas las ramas carecen prácticamente de dichas espinas. Las bojas son largas, pecioladas, palmeado-compuestas y parecidas a las del ginseng. Las flores son pequeñas y apiñadas en umbelas esféricas, siendo bisexuales: las femeninas amarillentas y las masculinas violáceas. Los frutos son unos abundantes racimos de bayas que contienen las semillas, negras y ovaladas.

Hábitat

Crece espontáneo en Siberia y en la frontera con China, en los bosques de frondosas y cedros de las tierras bajas, y a partir de los 800 metros también en bosques de frondosas y coníferas.

Si en el caso del ginseng se trataba de una planta muy escasa que requería ser cultivada, el eleuterococo se halla ampliamente extendido, especialmente en los distritos de Khabarovsk y de Primorks, donde se cuentan por millones las hectáreas en las que abunda el eleuterococo.

Principios activos

Los principales son los eleuterósidos: el A (glucósido del (3-sitosterolo, el B (isofraxidina); el C (galatóxido del etanol), y los D, E, I, K, L y M, de cuyas fórmulas prescindo en mor a la simplificación.

Efectos

Es efectivo en las afecciones relacionadas con el sistema nervioso central, las cápsulas suprarrenales y las glándulas sexuales, ejerciendo una acción gonadotropa sobre la próstata y las vesículas seminales.

Ha dado excelentes resultados en los trastornos nerviosos y psíquicos, sobre todo de carácter funcional, como neurosis, distonía vegetativa, estados asténicos, trastornos vasculares, estados hipocondríacos, neurosis climáticas, ansiedad, fatiga e insomnio. En todos estos casos produce un efecto sedante, calmando y equilibrando emocionalmente a los enfermos, in-:luso en los casos crónicos tratados previamente con quimioterapia.

Por lo que respecta a los trastornos cardiovasculares actúa equilibrando la tensión arterial, aumentándola en caso de hipotensión, y reduciéndola en la hipertensión (excepto en hipertensiones extremas en los cuales su efecto, que siempre es lento, resulta insuficiente); además, normaliza el número de leucotitos y muchas veces incrementa la tasa de hemoglobina y disminuye el colesterol.

También se ha demostrado que acrecienta la percepción de los sentidos, en particular la sensibilidad del ojo a la luz y la agudeza visual, e incluso su uso prolongado parece mejorar la agudeza auditiva.

El efecto más evidente es el aumento de la resistencia del organismo, pudiéndose considerar como el más eficaz de los adaptógenos conocidos. Con un amplio abanico de efectos terapéuticos, no ocasiona cambios en las funciones fisiológicas normales del organismo y normaliza las funciones perturbadas.

Preparaciones

En Asia, la cura se realiza a partir de la tintura alcohólica de la raíz, pero en Occidente lo más práctico es hacer uso de las grageas que ya existen en el comercio y se toma una en ayunas por la mañana y otra antes de la comida principal.

Para obtener un efecto terapéutico estable se recomienda seguir dos o tres tratamientos de cuatro a cinco semanas cada uno, dejando entre ellos un intervalo de un par de semanas.

Pero también las hojas poseen una cierta actividad antifatiga y estrógena, por lo cual empiezan a incluirse en la preparación de cosméticos.

Sus acciones:

– Aumenta la resistencia inespecífica del organismo, incrementando los mecanismos de defensa. Acción fomentadora de la adaptación frente a enfermedades de carácter infeccioso.

– Estimula el sistema nervioso central, por tanto un efeco antihipnótico, aumentando la capacidad de trabajo y el rendimiento, sin excitación ni otros efectos secundarios. Acción tónica. Disminuye la sensación de fatiga.

– Aumenta la tasa de hemoglobina, el número de polinulcleares neutrófilos y eosinófilos. También aumenta la concentración en el plasma de alfaglobulinas.

– Igual que el Ginseng, mejora la circulación cerebral (comprobado en el gato).

– Aumenta el apetito y por tanto el crecimiento ponderal. Interacciona a nivel del metabolismo glucídico y de proteínas. Reduce el gasto de glucógeno, de fosfocreatina y de A.T.P. Disminuye la acumulación de ácido láctico a nivel muscular. Aumenta la fosforilación oxidativa.

– Mejora la coordinación de los movimientos y aumenta la receptividad de los órganos de la vista y del oído.

– Acción protectora frente a sustácias quimicas. Acción antinarcótica frente al éter, al hidrato de cloral y al alcohol.

– Estimula la función endocrina de las glándulas sexuales y suprarrenales. Posee acción gonadotropa, sobre todo en lo que se refiere a la próstata y vesículas seminales.

– Efecto normalizador de tensión arterial. Parece que mejora la circulación coronaria y disminuye el colesterol.

– Acción hipoglucemiante.

– Acción antiinflamatoria por disminución de la permeabilidad vascular.

– Acción antiestress, demostrada en ratas.

– Experimentos realizados demuestran cierta acción anticancerosa.

Indicada sobre todo en:

– Stress.

– Trastornos neuropsíquicos funcionales: neurosis, distonía vegetativa, neurosis del climaterio, etc.

– Lesiones de los vasos coronarios, arteriosclerosis, hipotensión, etc.

– Diabetes.

– Estado de fatiga, convalecencia, etc.

– Para mejorar el rendimiento físico e intelectual.

– Anemias, falta de apetito.

– Impotencia.

– Estados infecciosos crónicos.